"La Realidad se interioriza en forma de Conciencia y se exterioriza en forma de Cosmos, a través de unos mismos patrones vibratorios".

ENTREVISTA AL ASTRÓLOGO SERGIO TRALLERO, por Héctor Gil



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Licenciado en Filosofía y conocedor de enseñanzas orientales no duales como el sufismo, el vedanta o el shivaísmo, es también investigador de la astrología y del esoterismo occidental: hermetismo y alquimia.

Como divulgador ha participado en diversos proyectos y foros, como en los anuales Congresos Ibéricos de Astrología, y desempeña su labor como docente y consultor a través de su plataforma: ww.astrologiasacra.com.

Ha publicado, además de diferentes artículos, los libros: Dimensiones de lo Real, ensayos de filosofía, astrología y esoterismo; y Los Planetas: funciones de la conciencia humana.

 

¿Quién es Sergio Trallero? ¿Cómo te defines?

Soy reacio a definirme como astrólogo, pese a llevar desde el año 2000 estudiando esta disciplina y siguiendo tránsitos y demás técnicas en que se van actualizando los arquetipos celestes en nuestra vida cotidiana. Más allá de lo libresco, para mí esta es la verdadera fuente vivencial de conocimiento.

Más bien me definiría como "filósofo", amante de la sabiduría, y evidentemente aquí se incluye la astrología, en tanto cosmología sagrada, pero no sólo. A nivel personal, no me puedo concebir sólo como astrólogo sin una implicación mayor que la trascienda. Y esto último sólo es posible desde la vinculación a linajes espirituales vivos, cosa que en Occidente ha quedado prácticamente truncada.

Por eso desde muy temprano me interesé por la Filosofía Perenne y sus expresiones tradicionales. En mi camino espiritual hacia Oriente, he pasado primero por el mundo islámico a través del Sufismo, hasta llegar a la India y sus tradiciones advaita, no duales, en especial el Shivaísmo tántrico de Cachemira.  

 

¿Qué es para ti la Filosofía perenne?

Podríamos definirla como aquella esfera universal y atemporal, metafísica, presente en el núcleo de toda tradición espiritual.

En Occidente este concepto responde a raíces gnósticas y neoplatónicas, y fue referido por Leibniz. Aunque es sobre todo desde mediados del siglo XX que se ha popularizado en el ámbito anglosajón a través de filósofos espiritualistas como Alan Watts, Aldous Huxley y más recientemente Ken Wilber.

Sin embargo lo que en rigor se entiende por philosophia perennis corresponde a la línea de estudios tradicionales comenzada por René Guénon y otros autores. Desde ellos se pone luz al sentido original del esoterismo, de la iniciación y la realización espiritual, al simbolismo sagrado, a los principios metafísicos, etc. De lo que se trata es de rescatar las claves de una misma Sabiduría ancestral prácticamente olvidada por la deriva moderna antiespiritual.

 

¿Qué importancia tuvo la Península Ibérica en el desarrollo de saberes como la cábala, la astrología o la alquimia?

Las tierras de Iberia han sido paso de multitud de pueblos produciendo ricos intercambios culturales, con razón la tradición astrológica las asoció al eje Géminis-Sagitario, en referencia simbólica a las Torres de Hércules y toda esa diversidad (no siempre en coexistencia armónica, por supuesto).

En cuanto a los saberes gnósticos, podríamos remontarnos a Prisciliano, el primer gran heterodoxo del cristianismo. Pero es en la Edad Media cuando ciudades como Gerona, Toledo, Córdoba o Zaragoza llegarán a ser centros de primer orden sapiencial, tanto sefardí como cristiano y musulmán, con importantes bibliotecas. Desde muy temprano entraron a Al Andalus corrientes esotéricas vinculadas a Oriente (principalmente a los Sabeos de Harrán y a los Hermanos de la Pureza), cruciales no sólo para el desarrollo de las ciencias herméticas como la astrología y la alquimia sino para la espiritualidad misma, como muestra el gran foco de sufismo que culminó con Ibn 'Arabi de Murcia.

En cuanto a la astrología, destacó por ejemplo la Escuela de Madrid de Maslama por sus avances también en matemáticas y en las tablas astronómicas. Hasta que, como es sabido, la cristiandad emprendió la tarea de ir traduciendo muchos de estos trabajos en Toledo, labor patrocinada por el propio Alfonso X el Sabio, lo que supondría todo un renacer para la cultura europea.

Sin duda, durante casi toda la Edad Media la antorcha del Conocimiento estaba en las periferias del Islam, en Al Andalus y en Persia.

 

¿Cuáles son las bases filosóficas de la astrología?

Esta es una pregunta compleja, difícil de resumir. El axioma fuerte tal vez sea que no hay nada desconectado de nada en el universo, que todo está unificado, a pesar de nuestra percepción inicial velada y fragmentada.

No es riguroso hablar de una "influencia" planetaria en los asuntos humanos, aunque coloquialmente se haga. ¿Qué tipo de influencia, física, psíquica, etérica...? Esta es una visión muy simplista basada en las causas materiales y eficientes, que implica supuestos movimientos entre diferentes puntos. Además, al menos habría que incorporar las otras dos causas aristotélicas olvidadas: la formal (esencia) y la final (vocación). Tampoco las explicaciones basadas en la sincronicidad de sucesos aportan ningún fundamento más allá de una constatación descriptiva.

Sin una metafísica no dual es muy difícil de comprender la epistemología que se deriva del hecho astrológico. La realidad parece replegarse y desdoblarse entre lo de dentro y lo de fuera, se interioriza en forma de conciencia, y se exterioriza en forma de cosmos, a través de unos mismos patrones vibratorios. Son las dos caras de una misma moneda, según en qué polo nos situemos, subjetivo u objetivo, entre el yo y el mundo, pero estructurados con las mismas leyes, por eso la astrología muestra una correspondencia entre disposiciones espaciales externas y vivencias temporales internas.

 

La astrología floreció en todas las grandes culturas de la humanidad ¿crees que se rehabilitará alguna vez su saber milenario?

Creo que la experiencia fundamental de la conexión del hombre con el cosmos sigue estando ahí para quien se abra a ella. Es algo consustancial al ser humano y como tal, no creo que se haya perdido, si bien es cierto que hay un ocultamiento público o es políticamente incorrecto. Es decir, que ahora mismo en el occidente laico y relativista, la astrología y demás cosmovisiones sagradas no tienen ningún poder culturizante ni civilizador, lo cual es un drama. Ha pasado a ser una cuestión individual y privada, como tantas otras. Pero ya las mismas estructuras religiosas hace siglos que fueron eclipsando sus propios orígenes en cultos celestes. Con lo que no es reciente tampoco ni homogéneo el ocultamiento de la astrología, y se enmarca dentro de un proceso de secularización mucho más basto.

Soy muy escéptico respecto a su rehabilitación institucional, de hecho prefiero que no se dé tal despropósito y se siga preservando por sus propios cauces sutiles, aun asumiendo la proliferación de charlatanes.

¿Cómo se ve en los medios académicos el saber astrológico?

Evidentemente es ignorado y ninguneado, cuando no atacado. Es cierto que desde un punto de vista historiográfico o antropológico se han realizado estudios menores, pero siempre desde fuera y por tanto muy parciales. En general es considerado dentro del pensamiento mágico pre-racional, y por tanto superado y relegado al ámbito de la fe y la superstición. Pero este no es más que el esquema ilustrado de progreso ascendente a través de la razón, sobre el que se cimienta toda enseñanza moderna, claro. Un sesgo a día de hoy que permea todo el ámbito universitario, a pesar de las grietas posmodernas.

Aún así a veces aparece alguna singularidad de excepción a través de académicos que abordan el fenómeno desde dentro. En los últimos tiempos tenemos los casos de Patrice Guinard en Francia, con su tesis doctoral L’astrologie: Fondements, Logique et Perspective; y de Richard Tarnas en Estados Unidos, con su obra Cosmos and Psyque.

Más cercano, es de destacar también el astrólogo investigador Demetrio Santos, si bien no directamente académico pero cuya obra y labor puede considerarse como referencia de primer orden.

 

La astrología, y otras ciencias herméticas, llegaron a ser cátedras universitarias en Europa, ¿hasta qué punto se les daba respeto, cómo se perdió?

Bueno, se enmarcaba dentro de las siete artes liberales, en concreto dentro del quadrivium: aritmética, geometría, música y astronomía. Fíjate cómo la Astrología puede unificar estos cuatro campos.  

Pero sólo era respetada siempre y cuando se mantuvieran ciertos preceptos escolásticos de la filosofía natural, pues las disputas antiastrológicas, ya sean filosóficas o teológico-religiosas, han prevalecido siempre. Aun así es cierto que la astronomía, la cosmografía, la náutica o la matemática llegaron a ser disciplinas intrincadas en una misma cátedra junto a la astrología en algunas universidades, véase Salamanca. También era muy importante su enseñanza junto con la medicina, pues como es conocido el propio Hipócrates dijo que no se podía ser médico sin saber astrología.

Estos saberes eran ciencias para el hombre antiguo, hasta llegar al Renacimiento incluido. De hecho todos los grandes astrónomos, desde Ptolomeo hasta Kepler, han sido también astrólogos de un modo u otro. Es a partir del siglo XVII con el auge de las Academias de Ciencias, y sobre todo del siglo XVIII con el Enciclopedismo, que la Astrología es apartada definitivamente de los ámbitos académicos, y relegada por la nueva "intelectualidad ilustrada" a la superstición y al oscurantismo de un pasado ya superado por el racionalismo y la ciencia. 

Este es un fenómeno exclusivo de la Modernidad occidental, ya que en contextos todavía tradicionales, la astrología ha seguido siendo y es un saber válido y respetado.

 

¿Hasta qué punto se pueden establecer puentes entonces entre la ciencia y la astrología?

Respecto a la necesidad de "cientifizar" la astrología soy un tanto radical. Veo imposible e indigno reducir la astrología para que encaje en los parámetros de la ciencia moderna. El problema no es de la astrología, es de la ciencia y de su paradigma limitante que le imposibilita comprenderla. Es decir, la astrología no tiene que dar cuenta de nada, más bien la ciencia de sus limitaciones, sesgos y contradicciones cuando no manipulaciones y subordinaciones ideológicas.  Un saber milenario contrastado en todos pueblos tiene una carga empírica apabullante al lado de un método científico exclusivamente cuantitativo y materialista de los últimos tres siglos y circunscrito sólo a occidente. Más bien tendrían que aprender de ella y preguntarse cómo ha podido darse un saber omnipresente en toda época y lugar, incluso que perdura hoy día en cierta intelectualidad a pesar de la caza de brujas. Aunque me temo que los científicos están bastante cegados como para percatarse de tales cuestiones.

 

Paradójicamente los que más atacan a la astrología son los cosmólogos y astrofísicos ¿qué no ven en el cosmos? ¿qué temen de la astrología?

Pues habría que preguntárselo a ellos. Siempre me ha sorprendido toda esta ceguera, que ya popularizó el propio Carl Sagan con sus ignorantes críticas.

Supongo que tiene que ver con el método científico, que parte del supuesto de que hay un mundo objetivo, es decir, un objeto de estudio que nada tiene que ver con el sujeto que lo estudia. Cuanta más separación mayor objetividad. En el extremo opuesto, la astrología parte de la brutal intuición de que el universo está fundamentalmente dentro, en la conciencia, y lo reconocemos externamente mediante analogías. Pero claro, si me hablas del universo que sólo puedes medir por aparatos, además como si fuera algo externo puesto ahí sin más, y que a su vez tú eres un producto aleatorio de reacciones bioquímicas de él, puramente materiales, pues se entiende la percepción sesgada que todo ello implica, por muy misterioso y fascinante que también lo encuentres.

Supongo que los astrofísicos se creen con el monopolio del discurso sobre el universo, y les exaspera oír a astrólogos. Pero no comprenden que la astrología no sólo habla del cosmos objetivo sino del mundo del sujeto que percibe y de la relación no dual entre ambos, codificada a través de lenguajes simbólicos. Es decir, el campo de un astrofísico es muy pequeño y reducido si lo comparamos al campo de un astrólogo, por tanto por mi parte les doy una autoridad epistemológica muy circunstancial y anecdótica.

 

¿Existen estudios estadísticos donde se puedan verificar los postulados astrológicos o aproximarse de algún modo a ellos?

Son conocidos los estudios astro-estadísticos que realizó Michel Gauquelin desde los años 50, aunque muy discutidos por la comunidad científica. Este psicólogo francés pretendió demostrar la falta de evidencia astrológica realizando rigurosos trabajos de campo, pero no fue concluyente tal como en un primer momento esperaba. De hecho llegó a correlaciones muy significativas que finalmente le llevarían a la defensa de la astrología. La más conocida fue el llamado "efecto Marte", es decir, la posición dominante de este planeta en deportistas de élite.

De todos modos, bajo mi punto de vista, la evidencia astrológica escapa totalmente a la prueba estadística; es escurridiza a todos estos intentos de "objetivarla" pues su naturaleza es esencialmente subjetiva. Es decir, considero que sólo pueden encontrarse fundamentos para su evidencia desde un plano puramente filosófico-espiritual y no científico, por su misma naturaleza.

 

¿Cómo es el mundo de la astrología hoy día, existen foros, congresos, disputas e investigaciones?

Desde hace tiempo existen puntos de encuentro entre el gremio de astrólogos, en los que se presentan las propias investigaciones. Del mismo modo siempre ha habido publicaciones y revistas especializadas, aunque muy minoritarias. En España desde principios de los ochenta se organizan los Congresos Ibéricos cada año. Ahora se realizan congresos y foros de diversa índole en varios países. También hay que mencionar que en Sudamérica nuestra ciencia siempre ha tenido una especial y profusa actividad.

Fuera del ámbito hispanohablante desconozco el estado actual. En el mundo anglosajón es muy conocida la línea moderna de astrología psicológica-humanista, si bien también existen investigadores tradicionalistas como los vinculados al Proyecto Hindsight.

Respecto a las disputas, las hay. El mundo de los astrólogos suele ser bastante individualista, y con egos muy fuertes, aunque esto tal vez sea extrapolable a otros ámbitos también. Normalmente existen dos enfoques enfrentados, uno moderno psicológico y otro tradicional predictivo, como acabo de referirme ya. Aunque al margen de los extremos puros también coexisten puntos medios integradores. Otra división aún más amplia sería entre tropicalistas y sideralistas, pero esto nos llevaría a entrar en otro jardín.

 

¿Hacia dónde crees que se dirige esta disciplina?

Siempre se va a salvar por ese hilo sutil que la mantiene viva, aunque sea a través de escasos astrólogos serios. Sí que soy muy escéptico respecto a su masificación y vulgarización. El sistema capitalista mercantil también la está fagocitando como producto a explotar, junto a otras disciplinas que conforman la llamada "nueva era".

De unos pocos años hacia acá estamos viendo una importante mutación social a través de la proliferación de las redes sociales, la cultura de la imagen y del slogan, y un sinfín de modas de consumo rápido, lo cual también afecta a la astrología, o más bien al surgimiento de lo que podríamos llamar una "astropop". Por eso es importante también advertir del rebajamiento de nivel que está sufriendo nuestra disciplina y que empieza a ser muy evidente ya. Cualquier neófito con un mínimo de nociones se siente "empoderado" para presentarse como astrólogo, o incluso crear escuela, algo impensable hace no muchos años. Supongo que tiene que ver con la aceleración de los tiempos que vivimos. Pero la Astrología no es un saber mayoritario ni lo será nunca, y mucho menos hoy en día. Lo que se "populariza" y "vulgariza", por definición, no puede ser ella sino sólo su caricatura.

 

¿Qué puede aportar la astrología a las personas? ¿y qué podría aportar a la cultura humana actual?

Creo que un rasgo característico no presente en otras disciplinas es que aúna al mismo tiempo ciencia y arte, razón e intuición, matemática y poesía como se ha dicho en alguna ocasión, y como tal contribuye al desarrollo del espíritu humano de una forma integral. Es una de las herramientas de autoconocimiento más precisas que existen, todo un mapa de navegación para la existencia, con múltiples aplicaciones y posibilidades.

También se ha hablado muchas veces de la astrología como el saber original que hay detrás de toda religión y de toda ciencia, y que representa por tanto el eje interdisciplinar integrador de múltiples conocimientos. Todo ello es imprescindible para comprender el pasado, la historia y los orígenes civilizatorios, pero también en el presente para no olvidarnos de la conexión del ser humano con la totalidad y comprender cómo funciona realmente la naturaleza, el universo y la conciencia.

 

Para terminar, ¿cuáles son tus próximos proyectos?

Mis proyectos ahora mismo están centrados en las clases de astrología y las consultas personalizadas, al mismo tiempo que la divulgación a través de diversos ámbitos. También tengo en marcha futuros libros e investigaciones, aunque de largo recorrido.